Mi historia detrás de estos ebooks

Cuando a mi hijo le diagnosticaron diabetes tipo 1, sentí que el mundo se me venía encima. Y para hacerlo todavía más difícil, yo estaba de viaje, muy lejos de el y de todo lo que estaba pasando. Intenté volver de inmediato, pero no conseguí pasaje hasta varios días después. Los días más eternos de mi vida…


Mientras tanto, mi hijo paso varios días internado, y junto a su papa, tuvieron que aprender a contar carbohidratos, entender cómo funcionaba la insulina, calcular dosis en medio de la incertidumbre y el cansancio, y al mismo tiempo, contener sus emociones y las mías, que estaba físicamente lejos, pero con el corazón y la cabeza 100% en el hospital. 

En esos días leí cuanto pude sobre el tema, le pedí a mi marido que le haga mil preguntas a los médicos, y trate de mantener mi cabeza ocupada buscando ayuda. No me sirvió de mucho. Al volver, abrace a mi hijo muy fuerte y me sume a esta nueva vida con la diabetes tipo 1 en casa. Me invadió una sensación terrible de estar sola, de que nadie entendía realmente lo que significaba vivir con esta condición las 24 horas del día y un miedo terrible a equivocarme. La comida, las salidas, los cumpleaños, la escuela… todo parecía un desafío enorme.

Con el tiempo, y después de muchas lágrimas, errores y aprendizajes, empecé a encontrar formas más simples de sobrellevarlo. Descubrí recetas que mi hijo disfrutaba sin que su glucemia se disparara, estrategias para explicar en la escuela qué significaba tener diabetes tipo 1, y recursos que me devolvieron la tranquilidad a mi y una vida normal a el. En ese momento, nunca habría pensado que un año después, el se iba a ir de intercambio con la escuela pasando 10 días fuera de casa, y sin sobresaltos (bueno casi!)

 Por eso creé esta colección de ebooks.

No son solo libros de recetas o guías: son el reflejo de todo lo que a mí me habría gustado tener al principio. No quiero que ninguna mamá se sienta sola ni perdida. Quiero ayudar para que tengan a mano herramientas prácticas, claras y llenas de amor, para que el día a día sea más llevadero (y que la diabetes no sea el monotema de conversación en casa!)

Porque detrás de cada número en la glucemia hay un niño que merece disfrutar su infancia, y una mamá que necesita sentirse acompañada.